El agua de Pilsner Urquell. Columna de opinión de Eduardo Barbosa

Eduardo Barbosa retoma su colaboración con factoriadecerveza.com en una columna de opinión en la que desvela uno de los secretos de la cervecera checa: el agua de Pilsen, un ingrediente de Kilómetro 0; agua que mana de los acuíferos de Pilsen y que es una de las señas de identidad de una cervecera que ya va por su tercer siglo de existencia.
Durante los XII y XIII algunas ciudades empezaron a ser conocidas por sus cervezas. Estas ciudades estaban situadas en regiones donde se cultivaba bien la cebada, el lúpulo y sobre todo tenían una fuente que se distinguiera por la abundancia y la calidad de sus aguas. Mucho antes de que se supiera la importancia y la influencia de los diferentes tipos de agua en los resultados, aquellas aguas tuvieron parte decisiva en los diferentes estilos de cerveza que hoy conocemos. Esto es una realidad en Pilsen, Múnich, Dortmund, Londres, Burton y Dublín.
La razón por la cual ninguna otra cerveza sabe igual que Pilsner Urquell, es por el agua natural con el que se elabora. Extraída directamente de los acuíferos subterráneos, es un agua blanda, baja en Calcio, Magnesio y otros minerales, perfecta para elaborar este estilo de cerveza y dar a Pilsner Urquell su sabor característico.
La estructura del suelo donde se asienta la ciudad de Pilsen, es arenosa, permitiendo que el agua de lluvia con el que se recargan los acuíferos, se filtre rápidamente sin arrastrar apenas minerales. La principal ventaja que proporciona el agua de estos acuíferos es su estabilidad durante todo el año. Mantiene la misma temperatura (10 °C) y el mismo contenido en sales y minerales, lo que ha facilitado a los maestros cerveceros mantener un proceso de elaboración constante durante cualquier época del año.
Hoy en día la fábrica cuenta con unas eficientes instalaciones diseñadas para controlar, purificar y canalizar el agua que se extrae desde los pozos, pero hasta no hace mucho tiempo, el agua se bombeaba y almacenaba en la antigua Torre del Agua. Una construcción de 50 metros de altura construida en 1905 y que durante el siglo XX ayudó al desarrollo y al crecimiento de la fábrica a la vez que crecía la fama de la Pilsen lager más reconocida del mundo.
La torre del agua es uno de los puntos más visitados de la fábrica y el símbolo en el que se inspira el diseño de los actuales grifos de Pilsner Urquell.
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NA ZDRAVI.
Eduardo Barbosa
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