El BBF cerró la temporada cervecera con una nueva edición del BBF LAB

Los organizadores del Barcelona Beer Festival, por 4º año consecutivo cierran temporada cervecera con una nueva edición del BBF Lab. Según la nota de prensa elaborada por los organizadores, «esta cita, de obligada asistencia para los BeerGeeks, se lleva a cabo a finales del mes Julio con intención de «destapar» tanto los tesoros cerveceros acumulados en la bodega de los promotores del evento, como otras referencias adquiridas expresamente para complementar la experiencia sensorial»

Desde el BBF explican que «la intención primera de este encuentro es intentar sorprender los sentidos de los que nos acompañan en la cita; organizando para un grupo reducido de asistentes una sesión donde durante 4 horas pueden disfrutar de degustaciones de 10Cl ilimitadas «a capricho» de entre las 100 botellas seleccionadas para el evento»

Entre las propuestas cerveceras,  destacaron las siguientes cervezas:

 Clásicas envejecidas en diferentes barricas de Whisky, Ron o Cognac
 Lupuladas elegidas por ofrecer una misma receta con diferentes lúpulos monovarietales
 De calidad reconocida en ediciones pasadas del Barcelona Beer Challenge, premiadas en diferentes categorías.
 Envejecidas en  bodega con especial atención como pueden ser Lambics de diferentes años, cervezas belgas de alto reconocimiento, o cervezas de productores locales.
 Europeas de tendencia más moderna, especializadas en sour ale’s.

En esta edición se repitió el emplazamiento del año anterior en Garage Beer en Sant Andreu (Barcleona) y desde la dirección del BBF afirman que  «trabajando con ellos hemos conseguido plantear un evento estival en un espacio reservado disfrutando de las mejores condiciones: un moderno taproom a la altura de las circuntancias, cómodidad de acceso en trasporte público y espacios habilitados al aire libre que sin duda propician un entorno mágico para el encuentro»

Mikel Rius, director del BBF concluye asegurando que «el resultado fue un encuentro dinámico y amigable donde además de disfrutar de una agradable noche de verano en la ciudad condal, se pudo sentir el placer de dialogar sobre cerveza con gente que disfrutaba de sus copas con intención de deleitar sus propios sentidos y sumar así nuevas informaciones a sus registros cerveceros»