Ferias de cerveza, ¿son necesarias o son una moda pasajera? Opinión Israel G. Montejo

El sector de la cerveza artesana vive en estado de auténtica efervescencia, un momento que se ha intensificado en este primer semestre de 2017 con la presencia masiva de ferias y eventos en el calendario cervecero. En estos momentos, no hay pueblo que no haya celebrado o tenga en mente celebrar una feria de la cerveza artesana, una dinámica alcista que está causando una inflación que puede terminar hipotecando el futuro de un modelo que hasta ahora ha funcionado muy bien como catalizador y espejo del sector.
Citando prácticamente de memoria y de corrido, desde que ha comenzado el año, tan sólo en la Comunidad de Madrid, se han celebrado ferias en localidades de gran tamaño como San Sebastián de los Reyes o Valdemoro, está previsto que se celebre en breve alguna en pueblos de tamaño medio como Villalba o la histórica de Colmenar Viejo y muchas localidades pequeñas como Bruente, Manzanares El Real, Cerceda, Fresnedillas o Valdemorillo, tienen las suyas. Eso sin contar, la oferta en Madrid Capital con proyectos muy consolidados como la Lavapies Beer Week, la Madrid Beer Week que está por llegar, los eventos que se están celebrando en el Mercado de Vallhermoso, el recientemente celebrado en el Mercado de la Cebada bajo el nombre de Cerveza Fusión o el exitoso BeerMad, que ha convertido el Museo del Ferrocarril en la capital de la cerveza artesana en España durante el pasado puente de mayo.
Barcelona también vive una explosión de ferias y eventos artesanos, con el Barcelona Beer Festival a la cabeza; Valencia acaba de estrenar su Valencia Beer Week impulsada por las artesanas de la comunidad autónoma; Andalucía también está en efervescencia, especialmente en Málaga, donde hay proyectos interesantes y otros que están por venir con mucha fuerza y que están organizando actores de contrastada solvencia; en Castilla nació el año pasado el Burgos Beer Festival, que convive casi en el mismo tiempo y espacio con una feria de los cerveceros caseros de la zona o en Toledo, por citar un ejemplo más, se acaba de celebrar una Fiesta de la Cerveza de Toledo también impulsada por las marcas de la zona….prácticamente todas las provincias se han subido al carro de la cerveza artesana con mayor o menor éxito.
Sólo en Madrid, en el plazo de un mes y la celebración de tres eventos como BeerMad, Feria de San Sebastián y Cerveza Fusión, se calcula que alrededor de 60.000 personas participaron en ellos. Ese dato tiene una doble lectura. Por un lado estamos hablando de que estamos ante un movimiento capaz de movilizar miles de aficionados o potenciales aficionados a la cerveza artesana y eso no puede ser más que positivo pero al mismo tiempo estamos comprobando como la saturación de propuestas puede llegar a provocar un desgaste del modelo y, por lo tanto, un descenso de la calidad. El efecto rebote de gente que se acerque por primera vez hasta la cerveza artesana y no le guste lo que ve, está ahí, presente y es real.
Es por tanto hora de encender la luz ambar de ‘peligro en ciernes’. Morir de éxito no es algo nuevo. Puede llegar a suceder y sería una pena perder la oportunidad que se está creando. Ferias sí, cuantas más mejor pero no hacer ferias por hacer ferias y hacer caja. Es necesario mantener unos stándares de calidad no sólo en la cerveza que se muestra y se vende, sino también la máxima profesionalidad en todo lo que es y rodea la Feria. No se trata de hacer caja. O al menos no sólo se trata de hacer caja.
Desde luego que la calidad de los eventos relacionados con la cerveza es fundamental y muy necesaria. Ya hemos vivido con anterioridad modas importadas que no han durado demasiado, pero sin embargo, si comparamos con la breve moda que vivimos en los años 90 en España, esta vez no parece que este movimiento en torno al mundo de la cerveza se vaya a extinguir así como así.
Traída de Estados Unidos, la moda de la cerveza nos ha llegado tres décadas tarde pero con notable fuerza: salones temáticos, ferias, blogs, casi 500 nuevas fábricas en activo, maridaje con la nueva gastronomía, apertura de tiendas y bares temáticos… Es el momento de la cultura de la cerveza y sí, desde luego, para estar a la altura y no morir en el intento. debe primar la calidad del producto y de todo aquello que lo rodea.
Todas las actividades son buenas para dar a conocer lo que sea, las de cerveza también. Como siempre bajo todas las acciones ya sean de promoción o producción se encuentra nuestro amigo Selección Natural que se encarga de ir allanando aquellos productos o eventos que no cuajan tanto a nivel de calidad, organización., pertinencia…..el problema se encuentra en predeterminar lo que vale y lo que no, puesto que implica más elementos de lo que parece.