La Bodega Secreta de Antonio Cortés , Cervecería La MariPepa

Seguimos la serie de Bodegas Secretas que nos están desvelando profesionales del sector con una dilatada trayectoria. Hoy es el turno de Antonio Cortés, propietario de la Cervecería La MariPepa. Esta es su ‘despensa indispensable’
Tengo que adelantar que soy carne de bar, mi sitio natural es la barra de otro tugurio y que oído miles de veces pregonar al personal del bar “¿Qué pasa que no tenéis casa?
Con esto quiero decir que rara vez bebo en privado porque por varias circunstancias no soy muy hogareño y ya lo que me faltaba era chuzarme en casa. Además no tengo ni chimenea, ni tele ni sillón con orejeras y mucho menos bodega ni armarios de doble fondo. Pero sí que tengo cervezas merecedoras de tener un puesto de honor en un frigorífico.
Como aficionado bebedor ahora te puedo decir 5 y dentro de diez minutos otras 5 y así sucesivamente hasta nombrar multitud de cervezas ricas que no tendrían mucho que ver entre sí.
Esta es una selección bastante retrospectiva y clásica, pero como humano y en consecuencia tontorrón caigo en todas las modas de la tercera década de la centuria XXI aunque aquí no se contemplan.
AYINGER Maibock. Es para tener en esa bodega un barril de madera de los que sacan en primavera y sirven en sus bares por decantación a una temperatura ideal. No sería fácil tener uno pero tener cerveza alemana-checa es imprescindible. Cuantas resacas me habrán aliviado la Andechs Spezial Hell o la Kellerbier de Schlappeseppel. Con mención a las Weizenbock de trigo de Karg, Gutmann, Andechs, Weihensthephan (Vitus) o de la propia Ayinger.
RODENBACH Carácter Rouge. Me parece una cerveza finísima y apta para todos los públicos, Como cicerone cervecero autoproclamado he impartido cientos de catas y esta siempre es una garantía por lo que no esta mal tener en el la bodega por si hace falta. A veces no es fácil entrar en el mundo “rústico” con lámbicas por muy Cantillon o 3Fonteinen que sean y aquí hay un poco de todo: Fruta, acidez, madera, candor… A pesar de que Rodenbach es flamenca también caben destacar las cervezas valonas y del norte de Francia, saison-garde en general y Dupont en particular. ¡La de Avec Les Bons Vœux que habré trasegado! Eso si, 9`5%.
DE STRUISSE Black Albert A pesar de lo paradójico que pueda resultar una imperial stout belga fue un antes y un después el descubrimiento de este tipo de cervezas para entender que hay otros mundos extremos posibles, hoy sobre pasadísimos respecto a la “vieja” Black Albert. Uno no puede ser un revolucionario si no conoce perfectamente la base teórica a la que se quiere enfrentar y revolucionar. Las cerveceras nacidas en los 80’ y 90 del siglo XX en Bélgica son deliciosas. Aparte de De Struisse, aunque algunas sean menos innovadoras me vienen a la cabeza De Dolle, La Rulles, De Ranke, Viven, Muskeeters, Abbaye des Rocs… En una nevera que se precie no deben faltar. Acompañando a las trapenses y de abadía tradicionales, entre las que elegiría Chimay por un lado y por otro St-Feullien, por nombrar conocidas.
CIGAR CITY Jai Alai. Cuando empezaron a llegar hace una década IPAS americanas frescas en paladares vírgenes de lúpulo se te levantaba la boina automáticamente con este tipo de cervezas. Jai Alai, desde Florida, con esa espuma, ese anaranjado, esas fragancias resinosas y herbáceas… La west coast de Green Flash o la IPA de Alesmith … eran todo placer. Algunas quizá hoy en día están reformuladas, otras veces han llegado viejitas y la percepción personal también va evolucionando, pero si pillabas el momento justo era la gloria.
DOUGALLS. Happy Otter. No quiero dejar de mentar cervezas locales, del país. Dougalls tiene mucho mérito. Digo Happy Otter pero podría decir cualquiera de la casa. Ahora hace tiempo que no la pruebo pero los primeros lotes eran deliciosos. Quiero hacer hincapié a la vez también en los estilos británicos tradicionales que tampoco deben faltar que al fin y al cabo son la base del fenómeno craft americano. Y aquí Dougalls también tiene un poco de todo, tradición británica, uso moderno del lúpulo y buenas levaduras, estas últimas las grandes jefas.