La voz de las marcas en tiempos de coronavirus por Vicente Álvarez de Haro

Vicente Alvarez de Haro ha escrito una nueva columna de opinión en factoriadecerveza.com . En esta ocasión, pone encima de la mesa un tema de actualidad: la forma de comunicar en las marcas de cerveza artesana durante la crisis que estamos padeciendo.
“El coronavirus nos va a cambiar a todos”. Es la frase que hemos oído hasta la saciedad estas semanas de confinamiento. Muchos de esos cambios pronosticados todavía no son del todo visibles. Probablemente en pocos días podamos disfrutar de cervezas en terrazas al sol; pero la imposibilidad del abrazo dejará evidente el sesgo en las relaciones personales. También pasear por las calles con mascarilla viendo el interior vacío de los bares de turno. La sociedad que está dejando la pandemia es ya muy distinta a la que conocíamos, desde luego menos empoderada y más humana; y las marcas, como parte de ese tejido social, no son ajenas a esta realidad.
No son pocos los anuncios que hemos visto donde la marca en cuestión se ha identificado con los problemas cotidianos, ha mostrado la vida confinada y ha participado en el mensaje del futuro incierto, de la fortaleza y la esperanza. Se ha vivido una obligada redefinición de la identidad de marca resaltando valores tan humanos como la empatía, la amabilidad, el cuidado, el respeto, la conexión entre todos… trabajando un storytelling basado en la transparencia y la autenticidad. En muchas ocasiones, esa transparencia y veracidad se ha personalizado en gente con nombre y apellidos, ya sea el consumidor o el propio equipo que hay detrás de la marca.
Las marcas en tiempos de coronavirus buscan un mensaje con voz humana; una voz que invita a la conversación y a la cercanía, como la pronunciada por muchos pequeños cerveceros. No es nuevo ni ajeno a las cerveceras artesanas que el cervecero se sitúe en primera línea de comunicación. En la gran mayoría de casos, la marca ha emanado de ellos mismos y la cerveza no es un producto sino un proyecto personal; con lo que los discursos nunca han sido ni comerciales ni estipulados.
Lo hemos visto en los 25 días que Mateo y Adrián han estado en directo con su audiencia catando cervezas; el mensaje personal de David Castro en apoyo a los hosteleros https://www.youtube.com/watch?v=DoHrDAMHpzQ&=&t=60s o las iniciativas de su equipo, en el que me incluyo, abriendo nuestras puertas a la gente, ya sea para asistir a las reuniones de equipo cerveza en mano https://www.instagram.com/p/B_aKNoJJWal/ o felicitar el día de la madre a nuestras propias madres https://www.instagram.com/p/B_w4wrVJxoW/ .
También la posibilidad de conversar y formarse. Este medio siempre ha dado voz a estos cerveceros con iniciativas como los Instagram Live
https://factoriadecerveza.com/tag/instagram-live/ con Fernando, Nicolás, Daniel… nombres de pila que todos reconocemos.
La búsqueda de esa voz humana es imprescindible para conectar con las nuevas audiencias surgidas del coronavirus, incluso para sobrevivir. Las grandes marcas siempre se han empapado de esos valores propios del ADN de los pequeños para adaptarse a los nuevos paradigmas. Ya sucedió con la crisis de la industria musical ante la digitalización de la oferta.
Grandes discográficas empezaron a contar con músicos independientes para trabajar los nuevos temas de sus artistas estrella; y entraron en YouTube capitalizando audiencias de artistas que se auto producían en casa. Esta crisis está siendo una oportunidad para que las
marcas generen ese valor. Probablemente su última oportunidad. Así que cuando veáis algún anuncio de gente conectada entre sí con su Tablet o Smartphone; cuando salgan aplausos con nombres propios o incluso te entren ganas de conducir; acordaos de esos pequeños como Mateo y Adrián, de David, de Fernando, Blanca, Boris o Seve, cerveceros que desde que se pusieron al frente de su negocio no intentan ser o parecer, sino que son. Y no saben hablar a su audiencia de otra forma más que usando su propia voz. Hay que alegrarse, dentro de la tragedia, de que ahora, lo que somos y cómo somos, sea un valor al alza.