Las tiendas especializadas, actores imprescindibles

En el mundo de la cerveza, donde aún faltan muchos pasos por dar sobre todo en aspectos como el marketing corporativo o la comunicación de las cosas que se están haciendo – y en algunos casos muy bien – en los últimos tiempos, el papel que juegan las tiendas especializadas es completamente fundamental no sólo para mantener una red de venta de peso y bien estructurada sino también, y esto es quizás más importante aún, como prescriptores no ya del producto que en ellas se comercializa sino como primeros embajadores de la filosofía de vida que a poco a poco se ha ido construyendo en torno a la cerveza. Sobre todo si hablamos de la cerveza artesanal, un segmento que gana adeptos de forma exponencial de un tiempo a esta parte y que necesita de una imagen potente, una comunicación convincente y, sobre todo, una explicación apasionada y que llegue a todos aquellos que se acercan hasta un segmento profundamente desconocido.
Las tiendas especializadas son el primer eslabón de la cadena y, posiblemente, el más importante. Son el cuerpo de choque de un sector pujante y repleto de emprendedores que pugna por salir a la luz y ganar músculo. Es desde esos espacios creados por apasionados de este mundo, hasta hace poco casi iniciático, desde donde se tiene que empezar a vender esa cerveza diferente que muchos aventureros del sector están empeñados en hacer al tiempo que se transmite una forma de entender la cultura de la cerveza que no se alcanza en ninguna estantería de una gran superficie.
Es en las tiendas especializadas, a pie de calle, donde se está librando el futuro del sector. Ellos son embajadores, catadores, vendedores y, en no pocos casos, distribuidores y fabricantes. Un pack completo que debe evolucionar a medio plazo hacia la especialización. Sin ellos, eso sí, el panorama actual sería muy poco halagüeño. Entrar en una pequeña tienda, a pie de calle, y que un especialista te asesore sobre cual es la mejor cerveza para cada uno de los momentos del día, no tiene precio. Aunque sea muy fácil olvidarlo y no valorarlo.
Israel G. Montejo – @israelgmontejo