Mateo Sanz: «Prefiero hablar de una pequeña cervecera que hace cerveza de calidad que de cervecera artesana»
Cerveza SanFrutos cumple diez años en un buen momento: abriendo mercado internacional, estabilidad y la misma ilusión que hace una década

Cerveza SanFrutos cumple diez años, una década de intenso trabajo en la que se ha convertido en una referencia dentro del sector. Visitamos su fábrica en el polígono Hontoria, a las puertas de Segovia, y hablamos con Mateo Sanz. Adrián, se sumó al final de una conversación en la que repasamos la historia de una cervecera que vive un buen momento y que celebra el sábado 7 de octubre su primera década de vida.
¿Cómo surgió hace diez años la idea de crear una cervecera?
En aquel momento, era como un hobby. Habíamos estudiado el modelo de negocio fuera de España. Sobre todo en Alemania. Teníamos la idea de montar un obrador de cerveza con una parte de hostelería, pero la ciudad de Segovia, con su urbanismo medieval, es muy compleja. Nos vinimos al polígono, donde no tenía sentido la parte de hostelería. Montamos una fábrica más grande de lo previsto inicialmente. Ahí empezamos. Con este nuevo modelo, teníamos claro que el futuro pasaba por tener un volumen de producción relativamente considerable.
SanFrutos es el resultado del trabajo de dos hermanos, Mateo y Adrián. ¿Eso ha sido un plus en el día a día u os habéis peleado mucho durante estos años?
Nos hemos peleado mucho como hermanos que somos (risas), pero ese es nuestro punto fuerte. Nos equilibramos muy bien. Mi hermano Adrián es más frío, con los pies en la tierra. Yo soy más lanzado. Es un buen equilibrio.
¿Cual fue vuestra primera cerveza?
La primera cerveza que lanzamos fue La Rubia, que era una blonde ale. Fue nuestro primer lote. Pasamos de hacer 25 litros en casa a 2.500. La hicimos el primer día que nos trajeron la embotelladora. Fue un auténtico caos, pero todo salió bastante bien. El segundo lote fue la Amber Ale, y luego la Lager y la Blonde la quitamos. Tuvimos una aceptación muy grande con la Lager. Fuimos casi pioneros. En Segovia, solo estaba Veer, la cervecera de Sebúlcor. Tuvimos que explicar a mucha gente lo que era cerveza artesana. Hay que tener en cuenta que estábamos en 2013. A diferencia con el vino, no entendían el concepto de cerveza artesana. Llegábamos a los bares y teníamos que explicar la diferencia.
¿Os acordáis de quién fue el primer establecimiento que os compró?
La verdad es que no lo recuerdo. Sí me acuerdo que hicimos una presentación en el restaurante La Postal. Fue mucha gente.
¿Cómo creéis que os percibían cuando ibais a vender una cerveza que rompía con lo que había hasta ese momento?
Yo creo que nos veían como unos locos. No lo entendían porque era algo que no habían visto nunca. Estábamos abriendo un camino. Ahora, el término de cultura cervecera ha calado, pero pienso que hoy por hoy, ha perdido su significado. Para bien o para mal.
¿Por qué?
Las grandes cerveceras se han apropiado del lenguaje. Yo ahora prefiero hablar de pequeñas cerveceras y no de cerveceras artesanas. Cuando llegamos al campo de juego hace unos años, empezamos a utilizar un lenguaje del que ahora se han apropiado las grandes. Nunca habían hecho nada diferente y nunca les había preocupado. Nos consideraban, en cierto modo, cerveza de segunda. Nosotros hemos logrado establecer una relación mucho más cercana con el público. Somos una pequeña cervecera que hace cerveza de calidad. Eso es muy importante. Como las grandes se han apropiado del lenguaje, las líneas han quedado muy diluidas.
¿En qué momento de estos diez años, percibisteis que ese hobby que habías tenido, se había convertido plenamente en un trabajo del que vivir?
En cierto modo, en el momento en el que tuvimos que necesitar contratar gente. Ya no eres tu y tu hermano. Es una responsabilidad. Además, en esta empresa, nunca hemos dejado de deber a nadie. Lo hacemos así, porque es nuestra manera de ganarnos la confianza de todo el sector, de los proveedores, que confían en nuestro proyecto.
En estos diez, años, ¿cuales han sido los hitos que han ido construyendo la historia de la cervecera?
El primer hito fue la inversión de la primera llenadora. Arrancamos a trabajar con una del año 1981, que era como una locomotora vieja a la que tengo mucho cariño. El hito fue cambiarla por la primera línea de embotellamiento. Fue en el año 2016/2017. Lo automatizamos todo. Podemos decir, que el segundo paso importantísimo fue el tener la línea de enlatado y entrar de lleno en el mundo de la lata, que nos permitió pegar un salto de calidad y empezar a hacer cervezas que antes no hacíamos, con cervezas enfocadas a otros públicos. Significó una ampliación del catálogo, de cervezas más clásicas a un público más especializado. También fue importante cuando invertimos en la centrifugadora, que nos permitió ampliar mucho. Si hablamos de hitos, sin duda alguna, también hay que mencionar el crownfunding que hicimos.
Comentas el crowdfunding como uno de los hitos, pero en ¿qué momento está el proceso de construcción de la nueva fábrica en la carretera que une ese eje gastronómico que es Segovia-Torrecaballeros?
Una buena parte de la inversión por la que hicimos la ronda de financiación está hecha. La centrifugadora, la enlatadora, están compradas. También las naves y el terreno, pero el proyecto de fábrica con restaurante sigue parado. Esperamos tener unas respuesta más adelante..
En un contexto de pesimismo en el sector, ¿cual es el momento que vive SanFrutos?
Seguimos la línea de siempre. Tenemos muchos proyectos para hacer cervezas diferentes. Hay muchas cosas que hacer. Estamos metiendo mucha cerveza en el mercado internacional, donde ya estamos en países como Francia, Portugal, Alemania y países del Este. En España ya estamos en todos los sitios. Vamos a continuar haciendo colaboraciones con otras marcas, y no sólo de cerveza, sino también con otras bebidas como el café o el vino. Durante estos meses, hemos lanzado la Serie de 10 cervezas que han servido a conmemorar nuestros diez años. Han funcionado muy bien.
¿Cómo os veis a diez años vista?
Con un proyecto muy vivo, como ahora. Con muchas ganas, con mucha motivación. Lo más importante es tener estabilidad.
¿Qué análisis hacéis del sector en este momento?
Es un momento jodido. Me fijo en EEUU, donde se vivió una revolución craft. Hubo un bajón posterior, pero luego han ido apareciendo otras olas y otras cerveceras. Ahora hay un bajón en el mercado español, pero seguro que esto ha llegado para quedarse. En la vida, hay momentos buenos y otros en los que es necesario guardar un poco.
¿Ha logrado Cerveza SanFrutos ese hito que supone tener fans?
No me gusta mucho ese término. Yo creo que lo que tenemos es muchos amigos. Ahora mismo, tenemos un tamaño que nos permite conocer a mucha gente y eso es una de las cosas que más satisfacción me produce. Cuando hacía cerveza en casa, hice una cerveza de trigo y la lleve a una fiesta con amigos y estaban flipados. Sigo viendo la cerveza de la misma manera. Nos encanta recibir el feedback. Es multiplicar por 1000 la sensación que te digo de aquella ocasión con los amigos.
Yo no sé en qué establecimiento vendieron sus primeras cervezas, lo que sí recuerdo nítidamente fue allá por 2015 entrar en el ya cerrado (creo) Bar JC, un bar con los mejores torreznos de Segovia (compitiendo con el antiguo Yagüe) y pude comérmelos con la Rubia de San Frutos. Fui tan feliz, que desde aquél día, amo a San Frutos, su gente y sus birras!
Larga vida!!!!