Pilsner Urquell, una historia que contar by Eduardo Barbosa, Brand Ambassador

Eduardo Barbosa publica hoy su segunda columna de opinión de la serie que tiene previsto dedicar al mundo de la cerveza. Barbosa, que abrió esta serie escribiendo sobre los diferentes tipos de tiraje, hace un alto en el camino antes de entrar en el mundo de los maridajes entre gastronomía y cerveza para explicar la historia del estilo Pilsen y Pilsner Urquell, una línea que se pierde en la Edad Media y llega hasta nuestros días.
Estoy seguro que cuando el rey Wenceslao II de Bohemia fundó la ciudad de Pilsen en el año 1295 no imaginaría que unos cuantos siglos más adelante se llegaría a elaborar un estilo de cerveza que revolucionaría por completo el mundo cervecero. Y es que, fue en el año 1838 cuando un grupo de cerveceros de esta ciudad, se juntaron en la Plaza del Ayuntamiento para protestar por la mala calidad de la cerveza que se estaba elaborando en ese momento, derramando como hecho simbólico 36 barriles que ellos mismos declaraban imbebibles.
Aquí empezó la revolución. 4 años más tarde, el 5 de octubre de 1842, se creó –The Citizens Brewery of Plzen- (La Cervecería de los Ciudadanos de Pilsen) donde siguiendo una única receta de elaboración, vieron nacer a la primera cerveza rubia de la historia. De color dorado, cristalino y un sutil amargor enamoraba a todo aquel que la bebía. Tal fue el éxito de esta rubia, que pronto vinieron las réplicas, convirtiéndose esta nueva manera de elaborar, en un nuevo estilo, el archiconocido estilo PILSEN, siendo en la actualidad el estilo de cerveza más vendido del Mundo. En el año 1898, los ciudadanos de Pilsen decidieron patentar la cerveza que salía de su fábrica con el nombre de Pilsner Urquell cuya traducción literal significa “Pilsen de la fuente original”
En la actualidad, Pilsner Urquell se vende en casi todo el Mundo y para ello la fábrica ha tenido que modernizarse, pero no temáis los amantes de lo auténtico y lo natural, los procesos de elaboración y los ingredientes, todos ellos Kilómetro 0, siguen siendo los mismos que hace 173 años, concediéndonos la experiencia de beber una cerveza que durante todos estos años ha destacado por su autenticidad, su aroma y su sabor.
NOTA DE CATA:
Su fase visual destaca por su color dorado intenso y cristalino, su crema compacta de color blanco puro y su fina burbuja. Su fase olfativa está cargada de aromas de gran complejidad con predominio de notas herbáceas y especiadas del lúpulo de Saaz junto con notas de pan recién hecho, dulce y
caramelo provenientes de la malta.
La fase gustativa es la más interesante y donde más disfrutaremos con esta gran cerveza. Tiene un magnífico equilibrio conseguido entre el dulzor de la malta y el amargor que proporciona el lúpulo de Saaz, con un cuerpo consistente y refrescante. Al probarla, solo se insinúa, donde el sabor realmente se desarrolla es a mediados del paso en boca, donde gana complejidad y deja un acabado limpio con un ligero toque amargo que nos calienta la garganta invitándonos a dar otro trago.
Pilsner Urquell destaca por su baja carbonatación, su baja graduación alcohólica, solo 4,4° y su gran sabor, atributos que la hacen ser una magnífica compañera de mesa con una gran cantidad de propuestas gastronómicas que iremos viendo a lo largo de estas semanas.
NA ZDRAVÍ!!!