«Queremos ser un proveedor global de cervezas» Entrevista Jesús Piña,CEO de la distribuidora Flopi

Jesús Piña es una de las patas que conforman Flopi, una empresa familiar con más de dos décadas de trabajo en el campo del CO2 alimentario y que, de la mano de una nueva generación, ha comenzado con fuerza a trabajar en el mundo de la distribución de sidra, vino y la cerveza. La ‘otra pata’ de este proyecto familiar con mucha proyección es Ignacio Piña, hermano de Jesús. Ambos hacen tándem. Habla Jesús por boca de los dos hermanos.
¿Cual es el origen de Flopi?
Es una empresa familiar que comenzó mi tío, Florencio Piña, hace veinte dos años. Nos dedicábamos al CO2 alimentario para ‘empujar’ la cerveza en los bares. Hace unos años, se incorporó mi hermano al proyecto y le pegó un empujón a la ‘parte industrial’. Cuando yo me incorporo, apostamos también por la parte de la hostelería porque con el tema del Co2 alimentario, disponíamos de una enorme cartera de clientes.
¿Cuales fueron vuestros primeros pasos en el campo de la distribución?
Empezamos con la sidra, distribuyendo Petritegi, que es una sidra vasca. Es fue nuestro primer paso. Después iniciamos con el vino, donde empezamos a trabajar con el txacolí.
¿Y en la cerveza?
Nuestra puerta de entrada fue Pilsner Urquell. Nuestra idea es la de trabajar con productos Premium. Nos gusta diferenciarnos e ir a nuevos sitios pero con productos de calidad. Empezamos a distribuir Pilsner Urquell en Madrid y trabajamos también con otros distribuidores de Madrid y Toledo.
¿Tenéis planes para seguir apostando por el mundo de la cerveza?
Estamos empezando a colaborar con más marcas. El mercado está en un momento que está rompiendo. Como ejemplo pongo el caso de que las grandes cerveceras estén comprando artesanas. Queremos ser un proveedor global de cervezas. Eso sí, Pilsner Urquell seguirá siendo nuestra joya de la corona. Estamos trabajando seriamente con cerveceras como Arriaca, Bidasoa o Undermine. Queremos entrar en el mundo de las artesanas. Nuestro objetivo es abrir la puerta a clientes que ahora no tienen artesanas en su cartera. Soy de la idea de que en diez años, no habrá muchos bares que sólo tengan cerveza convencional en su cartera.
¿Qué objetivos os habéis marcado a medio plazo?
Buscamos en nuestros clientes, que tengan una alta calidad y que tengan penetración en el mercado o, al menos, posibilidades. Pero, ante todo, somos personas y lo que buscamos es que todos estemos a gusto y exista un feeling personal. Ahora mismo, nos hemos quedado pequeños y estamos construyendo una nave mayor para seguir creciendo.
En el mundo de la cerveza, queremos hacer crecer Pilsner Urquell. Eso es una prioridad para nosotros. Nos gusta Urquell. La otra línea es seguir potenciando el segmento de la cerveza artesana.
¿Cual es vuestra filosofía de trabajo?
La palabra clave es búsqueda de la excelencia. La prioridad es el cliente. La calidad de los productos que distribuimos son la calidad del éxito en el sector. Creo que, al final, los clientes valoran mucho el trato con la gente y, por supuesto, ofrecer bien el producto. Queremos crecer poco a poco, de forma sostenible y sin dar grandes saltos que luego nos obligue a dar marcha atrás. Pasos firmes, aunque sean pequeños. Tenemos una responsabilidad con las familias que trabajan con nosotros y eso lo llevamos siempre de forma muy estricta.
Querría entrar en contacto con Jesús Piña. Soy Enrique Solaesa, presidente del club de coleccionismo cervecero Celce y de la revista Celce Magazine.