Ricote Valley quiere terminar 2018 con 15.000 litros producidos y el objetivo de crecer fuera de Murcia

La comarca de Ricote, un espacio de alto valor natural e histórico, es el alma de Ricote Valley, una cervecera joven, que impulsan dos socios apasionados por la cerveza artesana que, como tantos otros, velaron sus primeras armas en la elaboración en el mundo de los cerveceros caseros. Javier Ibáñez y Gonzalo Ibernon trabajan para desarrollar un proyecto local, consolidado ya a nivel comarcal pero con el que están empezando a dar los primeros pasos para romper las fronteras del murciano Valle de Ricote.

2017 fue el punto del partida. Su primera cerveza vio la luz hace poco más de uno año. Hoy en día, mantienen una capacidad de producción de 20.000 litros y esperan terminar el año rondando los 15.000. Un hito para una cervecera pequeña pero que cuenta ya con un catálogo con cuatro cervezas además de una edición especial.

Javier Ibáñez explica que «ahora mismo, nos están funcionando muy bien las cervezas que ya tenemos en el catálogo. La Pale del Valle, Blanca del Valle, Flor del Valle, elaborada con pétalos de flor de azahar y una Black IPA conforman nuestro catálogo. Estamos satisfechos del nivel de nuestras cervezas que pensamos que son fáciles de beber, sin estridencias«. Ibáñez, adelanta que para el verano, «tendremos una cerveza estacional, más suave» y explica que el secreto de la calidad de estas cervezas está «en el agua de Ricote, que viene directamente de los puertos de montaña. También trabajamos mucho con las levaduras y y también utilizamos bastante el trigo. Nos gusta meter densidad en nuestras cervezas».

Javier y Gonzalo adelantan que «el objetivo que nos hemos marcado es entrar poco a poco a nivel nacional, tener más capacidad de producción y trabajar con distribuidores para entrar en otras zonas». Un proyecto de crecimiento cuya rueda ya ha empezado a moverse.