Salva Marimon: «Steve Huxley era un personaje único. No había dos como él»

Birraire, Factoria de Cerveza, Como La Birra Misma, Beer &Trips, Crafted (Ohm Sweet Ohm) y The Brewer Factory participan en una acción de comunicación conjunta en torno al Premio Steve Huxley que impulsa Beer Events como homenaje al que fuera gurú y pionero del movimiento craft en Cataluña.
Seis candidatos a suceder en el palmarés a Carlos Rodríguez y Albert Barrachina y seis entrevistas y reportajes publicados de forma conjunta en cada uno de estos medios de comunicación, que las publicarán de forma simultánea el próximo lunes 1 de marzo.
En esta ocasión, seis nombres están encima de la mesa: Montserrat Virgili, Andrew Dougalls, Salvador Marimon, Guillem Laporta, Boris de Mesones y Manuel Baltasar.
Un jurado compuesto por más de 50 personas relevantes del mundo de la cerveza ha votado estos seis nombres y en las próximas semanas, dará a conocer el nombre del galardonado en esta tercera edición.
factoriadecerveza.com publica hoy una entrevista con uno de los candidatos al Premio Steve Huxley, Salvador Marimon, fundador de Installbeer
¿Cómo era Steve Huxley?
Recuerdos hay muchos. Para ser escueto, con él empecé en este mundo. Fue mi maestro, el que me guíó en el tema craft. Ahí empezó todo. Estamos hablando el año 93 o 94. Humulus Lupulus se creo en el 95 y yo ya le conocía de antes. Era un personaje único, especial. Steve era Steve. No había dos como él. Era tan único que le entendías o no. Era profesor de ingles, una persona culta. La relación que tenía con él, era de amigos.
Estuviste en el origén de Humulus Lupulus, un proyecto que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una especie de Grial para el movimiento craft en Cataluña. ¿Cómo fueron aquellos tiempos?
Steve vivía cerca del Jazz y él estaba por allí. Entre el grupo de gente que íbamos allí, decidieron crear una asociación para hacer cerveza y así surgió Humulus Lupulus. Todo era muy casero. Yo como era técnico del Jazz, me llamaron allí para hacer la parte técnica. Se hizo aquella primera máquina con barriles. En aquella época, hacer cualquier cosa era un desastre porque no había nada. Más adelante, lo pillo Guillem Laporta y la cosa mejoró bastante. Más que por lo que fue, Humulus Lupulus significó la primera asociación que hizo algo artesano en casa; de ahí salió gente muy importante para el sector craft. Fue un poco el hecho de que Steve y Alex crearán la posibilidad de hacer cervezas aunque no teníamos medios ni materias primas y a partir de ese punto, fueron saliendo las cosas. Cuando Guille se hizo cargo, ya se hizo el bar y ya se empezó a desarrollar todo más seriamente.
Siempre se dice que con Humulus Lupulus empezó todo…
Humus Lupulus plantó la semilla. Literalmente fue eso. De ahí salieron muchas cosas más adelante y eso fue gracias a Steve. A nivel particular, fue mi puerta de entrada en la cerveza artesana. Ya había hecho cosas y había trabajado en el tema de importación, que es lo que había en aquellos tiempos. A raíz de ir contactando más con Steve, fui conociendo más el tema. Yo ya trabajaba como servicio técnico porque estuve durante mucho tiempo trabajando para la Damm. Tocaba también personalmente mucho el tema de pequeños distribuidores de importación. Empecé más o menos en el 83.
Trabajabas para la Damm, pero fuiste de los primeros en empezar a prestar servicio técnico a las primeras cerveceras artesanas que surgieron…
Trabajar para las grandes cerveceras no aportaba mucho porque ellos tenían sus formas de montar. Cuando aprendí fue cuando empecé a tocar importación, que te mandaban piezas y columnas diferentes. Ahí aprendí mucho. Después, fundé Installbeer. Era el año 96. Fue a raíz de separar el tema de Damm y yo, como autónomo, dar todo el servicio técnico de otras cerveceras. Yo he apostado por el craft toda la vida. Me acuerdo con mi mujer ‘peleándome’ con este tema. En aquella época, los cuatro cerveceros que había, no tenían medios ni dinero. Yo les ayudaba con columnas de segunda mano, tuneadas, tenías que creer realmente en ello. Y yo creía. Empecé con ellos cuando empezaron a surgir y no había servicios técnicos independientes que no fueran de ninguna casa. Como ya me conocían, la relación fue mucho más sencilla. Para mi era, entre comillas, sencillo, el poder ayudarles.
Acostumbrado al servicio técnico de una gran cervecera, ¿cómo fue empezar a trabajar con cerveceras artesanas que daban sus primeros pasos?
Sí, era otro mundo pero era lo que me motivaba. Era un reto constante y aprendías un montón de cosas. Si no, no lo hubiera hecho. Por tema ‘pasta’ no lo habría hecho. Hicimos muchas cosas. Era más porque nos gustaba y la sensación de tirar para adelante.
¿Cómo ha evolucionado Installbeer a lo largo de estos años?
Hemos crecido. No había nadie que montara. Cuando salía alguien que quería montar un bar , recurrían a mi. Y eso nos permitió a partir de la crisis de 2009 trabajar con muchos bares. Ha sido una tendencia que se ha mantenido muchos años. En estos años, hemos hecho cosas muy motivantes como el montar instalaciones en Ucrania, que fue nuestro proyecto más gordo: era un brewpub inmenso con 23 fermentadores de 2.000 litros. Aquello fue un reto muy importante, con muchas dificultades. Me encantó. En España, hemos trabajado casi en todos los lados. Hemos montado muchos pubs antiguos.
Hablas mucho de retos. ¿El reto es el motor de tu trabajo?
A mi lo que me gusta es el reto. Lo que me aburre enormemente es montar lo mismo todos los días. Cualquier cliente sabe, que siempre hago inventos. Es mi forma de trabajar. Intento adaptarme.
En la justificación como candidato al Premio Steve Huxley, se pone en el acento en tu forma de ser, en la que compartir conocimiento es importante. ¿Forma parte de tu ADN eso tan artesano que es ‘compartir conocimiento’?
Tanto yo como la empresa compartimos lo que sabemos. Y en mi caso, se me puede preguntar lo que sea, y compartir. Por ejemplo, siempre estoy en las ferias y ayudo porque me gusta. No voy por dinero.
¿Cómo saldremos de la crisis actual?
Ahora mismo es diferente según dónde estés. En Madrid, por ejemplo, se puede tener el bar abierto y en otras zonas, no. El sector está tocado y claro, eso me afecta porque no puedes trabajar. Vamos a tardar un tiempo más escalonado en llegar a una situación normal.