Staatliches Hofbräuhaus in Munchen y Cervebel, anuncian un acuerdo de colaboración para el desarrollo de sus cervezas en el sector de hostelería en España

«STAATLICHES HOFBRÄUHAUS IN MÜNCHEN y CERVEBEL S.L., anuncian su acuerdo de colaboración, para el desarrollo de sus míticas cervezas en el sector de hostelería en España, a partir de hoy», según ha informado la distribuidora navarra a través de una nota de prensa.
La nota explica que «Hofbräuhaus München, también conocida como HB München y propiedad del Estado Libre de Baviera, es una de las fábricas de mayor renombre en el mundo de la cerveza, y uno de los máximos exponentes de la tradición cervecera alemana, asociado a su histórica y colosal taberna en el centro de Múnich»
Cervebel es una compañía establecida en Navarra, con casi 30 años de actividad dedicada exclusivamente a la importación de las más prestigiosas cervezas del mundo. Cuenta con un equipo comercial propio y una extensa red de distribuidores en todo el país, dedicados a cubrir el suministro de los mejores locales de cervezas de importación. La estrecha colaboración con Crusat, compañía ubicada en la localidad de Hospitalet (Barcelona), asegura la cobertura y desarrollo de sus marcas en toda la costa mediterránea, incluyendo además las Islas Baleares y Canarias.
Desde 1988 Cervebel ha importado marcas muy reconocidas y con la incorporación de HB München, suma a su portfolio una cervecería con una de las historias más apasionantes del sector. » La importación y distribución de las cervezas de Hofbraühaus München, representa un paso más en el firme compromiso con nuestros clientes, para traerles las mejores y más tradicionales cervezas del mundo en las mejores condiciones, gracias al almacén refrigerado de reciente construcción con el que contamos en Navarra y que garantiza la conservación de las cervezas en óptimo estado» añaden desde Cervebel.
Los orígenes de HB se sitúan en la corte de Wilhelm V, duque de Baviera entre 1579 y 1597, cuando la calidad de la cerveza que se
elaboraba en la ciudad de Múnich, no satisfacía ni al duque ni a su corte, por lo que tenía que ser importada de la localidad de Einbeck, en la Baja Sajonia.
En 1589, buscando poner fin a esta situación, Wilhelm V decidió construir una cervecería en su propio palacio bautizada como la Hofbräuhaus (la «Fábrica de cerveza de la Corte»). El éxito de su cerveza fue tal que, pocos años después de su apertura, fue necesario trasladarla desde el palacio de Alte Hof a unas mayores instalaciones en el centro de Múnich, donde todavía se encuentra la famosa taberna «Hofbräuhaus am Platzl» que recibe cerca de 2 millones de visitantes cada año.
Durante los siguientes 200 años, la cervecería continuó elaborando sus buenas cervezas, creciendo en prestigio hasta la llegada de un hecho histórico, que tuvo una repercusión decisiva en la consolidación de la cervecería. El 17 de octubre de 1810, el rey Maximiliano I de Baviera organizó una gran fiesta para 40.000 invitados con motivo de la boda de su hijo Ludwig con Teresa de Sajonia-Hildburghausen, que culminó con la celebración de una gran carrera de caballos, en un prado a las afueras de la ciudad, que sería rebautizado como «Theresienwiese» («prado de Theresa») en honor a la novia.
El éxito de la celebración fue tal que se repitió cada año comenzando a ser conocida como Oktoberfest. Como en cualquier fiesta popular que se precie, no faltó la comida y la bebida, y las cervezas de HB se convirtieron en unas de las más populares de la fiesta. Dos años después de la boda, los cerveceros ducales desarrollaron una receta especial para el festival: una cerveza de color dorado profundo, con un lupulizado más intenso y un contenido alcohólico más alto. Había nacido la Oktoberfestbier, estilo que todavía se produce exclusivamente para las semanas del evento.
En 1828 el rey Ludwig I, atendiendo a las peticiones de los ciudadanos, abrió la taberna de la fábrica al público, lo que conllevó un aumento de la demanda. Pronto comenzó a resultar evidente que no iba a ser posible mantener la cervecería y la taberna bajo el mismo techo. Por ello se decidió trasladar la producción a otra parte de la ciudad, cerca del río Isar, para facilitar el transporte. De esta forma se mantendría la antigua cervecería como local concebido exclusivamente para comer y beber, con una capacidad para más de tres mil personas. El nuevo lugar de producción conocido como Hofbräukeller (Wienerstrasse), se instaló en lo que antes era su centro de distribución y comenzó a producir en 1896.
Tanto la taberna como la fábrica sufrieron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, y se reconstruyeron a partir de 1949, siguiendo los planos de 1897. En 1980 el Estado de Baviera decidió trasladar la producción al exterior de Múnich, siempre dentro de los límites de
la ciudad para poder participar en la Oktoberfest y en 1988 abrieron sus nuevas instalaciones, que combinan su larga y rica tradición con las técnicas de producción más innovadoras. A partir de este momento HB comienza una apuesta inquebrantable por la exportación, con la apertura de locales bajo el nombre de Hofbräuhaus en todo el mundo.