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The Magic Beer elabora la primera cerveza con ‘tecnología de nanoburbujas’

The Magic Beer ha dado un paso más en su filosofía de «no elaborar dos cervezas iguales» con una nueva referencia, una cerveza elaborada con tecnología de nano burbujas . La cervecera de Albacete adelanta que «somos los primeros cerveceros del mundo en utilizar la nanotecnología para elaborar cerveza y así estudiar sus beneficios»
Desde The Magic Beer explican que «hace unos meses una empresa chilena encargada en desarrollar máquinas para la generación de nano-burbujas o burbujas ultra finas ( burbujas con un tamaño inferior a 100 nm o 0.0000001 m) contactó con nuestro Brewer, Enrique Niza, para pedir asesoramiento científico, ya que este es doctor en Química e investigador en la UCLM en el área de nanotecnología y nanomedicina»
«Tras un largo tiempo estudiando los múltiples beneficios de la utilización de nano-burbujas en distintos medios, en The Magic Beer nos atrevimos a elaborar una cerveza Craft incorporando esta novedosa ciencia y tecnología en el proceso de elaboración siendo así los primeros cerveceros del mundo en utilizar la nanotecnología para elaborar cerveza», añaden

Los albaceteños completan su explicación asegurando que «para llevar a cabo el proyecto elegimos elaborar una American IPA con un dry hopping de Chinook , Cascade y Amarillo para lograr un balanceado equilibrio entre aromas y sabores citricos, herbales y resinosos. Tras elaborar esta y con la fermentación aún activa pero finalizando decidimos incorporar el carbónico mediante esta nueva tecnología (Nanotecnología) para así comprobar que efectos tendría sobre la levadura y así ganar rapidez en el proceso. Tras carbonatar enlatamos y estudiamos todas sus propiedades mediante análisis sensoriales y también mediante diversas técnicas de laboratorio»
Concluyen la explicación del proceso de elaboración añadiendo que «tras todos esos experimentos pudimos observar que a través de esta técnica, y comparando con la misma cerveza obtenida mediante un método convencional, observamos un tamaño de burbujas en escala nanometrica las cuales aportan una sensación de carbonatación menor (sensación de burbuja fina similar a los vinos «frizzantes») en comparación con otras cervezas con la misma saturación de CO2, una mayor retención de carbonatación (ya que estas burbujas no ascienden porque siguen el denominado movimiento «browniano»), aroma y sabor, preservando su integridad hasta el momento de la ingesta donde esta liberación de gas potencia todas estas propiedades organolépticas. Una mayor duración y retención de la «crema» la cual evita de distintos procesos oxidativos del producto. Y por último y para sorpresa de todos , mediante esta técnica hemos podido matar en el sentido más estricto a la levadura siendo esta incapaz de reactivarse ni en condiciones óptimas, lo cual da una mayor seguridad y vida útil al producto acabado sin correr riesgos de reactivación y sobrecarbonatación»
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