Un Barcelona Beer Challenge maduro y brillante por Israel G. Montejo

La Gala del Barcelona Beer Challenge que se celebró este sábado de forma presencial en Badalona fue la guinda pública de una VI edición que se cerró de forma brillante para un concurso que ha alcanzado una espléndida madurez.
El evento, presentado al alimón por Mikel Rius y Judit Cartex tuvo momentos de gran nivel. Judit enarboló en varias ocasiones la bandera del sector, haciendo un repaso contundente y firme a prácticamente todos los ‘puntos calientes’ en el último año. Un papel reivindicativo y transgresor que contrastó muy bien con el tono más institucional de Rius. Ambos supieron transmitir el rol central que juega el Barcelona Beer Challenge hoy en día como altavoz del trabajo bien hecho en la cerveza artesana en España.
El palmarés también apuntaló la sensación de madurez que deja el concurso. El Premio de Mejor Cervecera a Basqueland Brewery refuerza a los vascos pero también al concurso. Un gran galardón. El de Mejor Cervecera Nóvel sirvió para poner la luz en un proyecto muy desconocido en España como es el de Torre Mozza y el de la Innovación Cervecera patrocinado por Molina For Brewers (qué gran idea la creación de este Premio) puso el foco sobre un proyecto modesto como es el de Cátedra Beer pero con una magnífica idea bajo el brazo. Merecidos los tres galardones. Todos ellos refuerzan un concurso que en esta edición supo transmitir desde el mes de marzo el papel central que juegan los 40 jueces BJCP que se encargan de juzgar las más de 1.100 cervezas presentadas. Imagen de seriedad, pulcritud en los protocolos de competición y sobre todo, de fortaleza competitiva.
Esta sexta edición también nos ha dejado otras líneas a seguir. Por un lado, el prestigio que tiene en Italia, desde donde vienen a competir con las cerveceras españolas un nutrido grupo de ‘birrificios’ que, además, suben el nivel del concurso y hacen el viaje de vuelta cargados de medallas. El sector craft español siempre se ha mirado en el espejo italiano y el BBCH es una prueba de que la influencia es de ida y vuelta. Esta por ver si las cerveceras italianas se animan ahora a entrar en la Península apoyadas en el prestigio y el escaparate que supone el BBCH.
Otro apunte es que no han faltado a la cita con el medallero cerveceras clásicas del concurso como son Arriaca, Dougalls, Península, Zeta, B&B o La Pirata, todas ellas con una historia de prestigio en Barcelona pero también este año, los jueces han puesto el foco en proyectos muy interesantes como Boga, Cosa Nostra, Gaia, Ayla, Bernard Family, La Rúa Brewery, Bizarra, Octavo Arte o Cierzo Brewing, uno de los grandes triunfadores al quedar en segunda posición en la clasificación general tras ser el año pasado elegidos como Mejor Cervecera Nóvel. Los aragoneses, siguen evolucionando.
Para terminar, destacar también el acierto de haber insitutido nuevas categorías como Hard Seltzer o las cervezas no alcohólicas, el BBCH acompaña con estas decisiones la evolución del sector y refuerza la idea de que hoy por hoy, el BBCH es un evento necesario e indispensable. Si no existiera, habría que inventarlo. Felicidades a los que lo hacen posible.