Una nueva normalidad para la hostelería …y una oportunidad para el craft

Por Israel G. Montejo
Esta crisis sin precedentes ha abierto nuevos caminos hasta hace poco impensables en la hostelería y por añadidura, también al sector de la cerveza artesana, muy dependiente del Canal Horeca para su superviviencia.
El cierre a cal y canto de la hostelería desde el pasado 14 de marzo, ha dejado contra las cuerdas tanto a restaurantes y bares como a los cervereros artesanos. El buen informe que AECAI ha elaborado radiograficando el sector durante esta crisis del coronavirus ha dejado algún dato demoledor: la pérdida de negocio durante estos meses supera el 70% para las cerveceras y el año es posible que se cierre con un 48% menos de ventas. Tremendo.
En medio, los restaurantes han empezado a abrir sus puertas con unas condiciones muy estrictas de aforo y seguridad e higiene que obligan a muchos de esos negocios a una reformulación para no quedarse atrás y encallar de forma definitiva.
Dicen los que gustan de la filosofía positiva que cuando una puerta se cierra, otra suele abrirse. En ese sentido, más que puerta abierta de par en para, la pequeña ventana que se le abre a la hostelería es la venta a domicilio y la recogida de pedidos en el propio local. Todo ello apoyado de un canal de venta online potente, bien organizado y estructurado donde el cliente pueda encontrar ofertas y la carta de servicios.
Las primeras estimaciones de esa nueva forma de entender la hostelería que, en mi opinión, ha venido para quedarse no son malas del todo. Los pedidos están siendo interesantes en estos primeros días de desescalada y algunos hosteleros me han comentado que incluso han recuperado del ERTE a algún empleado más de los que tenía previsto en un primer momento. Seguro que no es la tendencia general pero sí un apunte de que se ha abierto una oportunidad.
Con ese camino esbozado, le llega también la oportunidad a las cerveceras artesanas. Lo hablaba el otro día con Adrián Sanz, de Cerveza SanFrutos, con el que de vez en cuando intercambiamos opiniones sobre el sector: la idea es sencilla pero exige un nuevo esfuerzo a un sector ya muy castigado. Si los restaurantes y bares están elaborando menús que sirven a domicilio o para recoger en el propio establecimiento, las cerveceras artesanas tienen que hacer un esfuerzo para estar en esos menús que se están ofreciendo.
No solo estamos hablando solo de hacer caja sino también de seguir sembrando para recoger cuando todo esto pase. El cliente que pide en un bar un menú con dos platos y una cerveza artesana para llevar a su casa o o seis menús y seis cervezas artesanas como bebida para una comida familiar, se está convirtiendo en un prescriptor.
Es la hora de negociar y de meter nuestras cervezas artesanas en las cartas que los restaurantes están elabornado. La nueva normalidad se nos echa encima y la cerveza artesana tiene que estar en ella.