Crear una cerveza artesana (Siendo joven y con un proyecto familiar). Columna de Opinión de Mateo Sanz, fundador Cerveza San Frutos

Mateo y Adrián Sanz son los fundadores de una de las referencias en el panorama craft español, Cerveza San Frutos, un proyecto familiar, joven y con sede en Segovia. En esta columna de opinión, Mateo aporta su visión de cómo son los inicios de una cervecera y la importancia que para que el proyecto navegue hacia buen puerto tiene el trabajo intenso pero también apasionado y en familia.
Sacar adelante una empresa siempre es complicado. Lo que suele hacer diferente el proyecto de una cervecera artesana es que el componente de pasión suele ser muy alto, mucho más que en otros sectores.
Continuamente vemos nacer nuevas cerveceras, desde muy pequeñas a proyectos muy grandes y con mucho capital. Un proyecto fuerte siempre tiene más posibilidades, por eso siempre recomiendo a los nuevos cerveceros que traten de buscar un capital importante, que invertido con cabeza les permita dimensionar su proyecto con futuro y no estar ahogados desde el principio.
Dando por supuesto que la calidad de la cerveza es buena, la pasión por el trabajo es muy importante y consigue sacar adelante pequeños proyectos cerveceros a pesar de no contar con gran financiación. Te permite trabajar duro y muchas horas, no coger vacaciones los primeros
años, no cobrar durante los primeros meses, etc… Precisamente por eso, porque los comienzos suelen ser duros, los componentes de familia y juventud también ayudan mucho.
Trabajar más de 60 horas a la semana es imposible si no eres joven y no lo haces con alguien cercano. Personalmente, creo que habría sido muy difícil sacar adelante nuestra empresa de no haberlo hecho con mi hermano. Casi la totalidad del capital invertido en nuestra empresa ha salido de los bolsillos de nuestra familia, así que los dos hemos peleado muchísimo. Una implicación así es muy difícil de conseguir de un socio capitalista. Para muchos proyectos que no tienen una gran fuerza económica, la familia, la pasión y la juventud son herramientas indispensables.
La comprensión y comunicación entre hermanos (como es mi caso), acostumbrados por el tiempo a pulir sus diferencias, suele ser muy buena, lo cual siempre ayuda. Y la familia, como promotor económico de una empresa, no suele exigir un crecimiento exponencial de la inversión ni un retorno rápido del capital. Así pues, podemos decir sin miedo a equivocarnos, que la cerveza artesana en España tiene, además de agua, malta, lúpulo y levadura, un fuerte componente de pasión, familia y juventud que le proporciona una gran fuerza.